Debido a que la gestión de parches es un ciclo de vida complejo, las organizaciones a menudo buscan formas de optimizar la aplicación de parches. Algunas empresas subcontratan a proveedoras de servicios gestionados (MSP) para que se ocupen del proceso completo. Las empresas que se encargan de la aplicación de parches a nivel interno utilizan software de gestión de parches para automatizar gran parte del proceso.
La mayoría del software de gestión de parches se integra con sistemas operativos comunes como Windows, Mac y Linux. El software monitorea los activos en busca de los parches que faltan y los que están disponibles. Si hay parches disponibles, las soluciones de gestión de parches pueden aplicarlos de forma automática en tiempo real o según un cronograma establecido. Para ahorrar ancho de banda, muchas soluciones descargan los parches a un servidor central y desde allí los distribuyen a los activos de la red. Algunas soluciones de gestión de parches también pueden automatizar las pruebas, la documentación y la reversión del sistema si un parche no funciona correctamente.
Las herramientas de gestión de parches pueden ser un software independiente, pero a menudo se proporcionan como parte de una solución de ciberseguridad más grande. Muchas soluciones de gestión de vulnerabilidades y gestión de superficies de ataque ofrecen características de gestión de parches, como inventarios de activos y despliegue automatizado de parches. Muchas soluciones de detección y respuesta de endpoints (EDR) también pueden instalar parches de forma automática. Algunas organizaciones utilizan plataformas de gestión unificada de endpoints (UEM) para aplicar parches en dispositivos on-premises y remotos.
Con la gestión automatizada de parches, las organizaciones ya no necesitan monitorear, aprobar y aplicar cada parche de forma manual. Esto puede reducir la cantidad de parches críticos que no se aplican porque los usuarios no pueden encontrar el momento conveniente para instalarlos.