Denominado "el protocolo de seguridad más importante de Internet" por el IETF, TLS es crítico para proteger la comunicación en línea del acceso no autorizado. Su última versión, TLS 1.3, ofrece una seguridad más sólida y rápida, y sirve como columna vertebral del mundo digital seguro de hoy.
Casi el 68 % de la población mundial está en línea2, con miles de millones que dependen de Internet a diario para todo, desde compras y operaciones bancarias hasta atención médica y comunicaciones personales. En todos estos casos de uso, la protección de los datos confidenciales es esencial. Eso significa protegerlo de hackers, manipulaciones, escuchas ilegales y otras amenazas de ciberseguridad, como vulneraciones de datos, malware o ataques de intermediario.
TLS respalda específicamente HTTPS, el protocolo de seguridad estándar para sitios web. El icono del candado HTTPS, ahora una característica familiar en los navegadores web, indica a los usuarios que un sitio web es fiable y seguro.
El icono también indica que un sitio web tiene un certificado TLS válido (también conocido como certificado SSL). Esta credencial digital, emitida por una autoridad certificadora (CA), verifica la identidad de un sitio web y permite una conexión cifrada. Para ilustrar la magnitud del uso de TLS y HTTPS: uno de los principales proveedores de certificados TLS emite más de 340 000 certificados por hora.
TLS garantiza una comunicación segura en Internet al aplicar tres propiedades básicas de un canal seguro: