El cifrado es el proceso de transformar un texto sin formato legible en un texto cifrado ilegible para ocultar datos sensibles a usuarios no autorizados. Según el informe "Cost of a Data Breach" de IBM, las organizaciones que utilizan el cifrado pueden reducir el impacto financiero de una vulneración de datos en más de 240 000 dólares.
Casi todo lo que la gente hace en sus ordenadores, teléfonos y dispositivos IoT, se basa en el cifrado para proteger los datos y proteger las comunicaciones. Puede proteger los datos en reposo, en tránsito y mientras se procesan, lo que los hace cruciales para la posición de ciberseguridad de casi todas las organizaciones.
El cifrado simétrico, también conocido como criptografía de clave simétrica o cifrado de clave secreta, es uno de los dos métodos principales de cifrado junto con el cifrado asimétrico. El cifrado simétrico funciona creando una única clave compartida para cifrar y descifrar datos confidenciales. La principal ventaja del cifrado simétrico es que, por lo general, es sencillo y eficiente a la hora de proteger los datos.
Sin embargo, el cifrado simétrico suele considerarse menos seguro que el asimétrico, en gran medida porque depende de un intercambio seguro de claves y de una gestión meticulosa de las mismas. Cualquiera que intercepte u obtenga la clave simétrica puede acceder a los datos.
Por este motivo, las organizaciones y las aplicaciones de mensajería confían cada vez más en un método de cifrado híbrido que utiliza el cifrado asimétrico para la distribución segura de claves y el cifrado simétrico para los intercambios de datos posteriores.
Además, a medida que los avances en inteligencia artificial (IA) y computación cuántica amenazan con deshacer los métodos de cifrado tradicionales, muchas organizaciones confían en soluciones de cifrado integradas para proteger los datos confidenciales.