Los términos "algoritmo" y "modelo" a menudo se usan indistintamente, pero representan conceptos distintos (aunque relacionados). Algoritmo es un término genérico para un proceso paso a paso, generalmente descrito en lenguaje matemático o pseudocódigo, para realizar alguna función o propósito. En el contexto de la inteligencia artificial, un modelo de IA es cualquier programa que recibe datos de entrada y genera una predicción o decisión sin más intervención humana.
Un algoritmo de machine learning es un conjunto definido de pasos que se utilizan para entrenar un modelo de machine learning para que pueda hacer predicciones útiles en su caso de uso del mundo real. Comprende no solo la forma en que el modelo asigna un punto de datos de entrada a su salida correspondiente, sino también el proceso de optimización de las predicciones del modelo para "ajustar" un conjunto de datos de entrenamiento de ejemplos relevantes. Es un algoritmo que permite a una máquina aprender de los datos.
En términos sencillos, el resultado de aplicar un algoritmo de machine learning a un conjunto de datos es un modelo entrenado. El “entrenamiento” puede entenderse como un proceso iterativo de actualización de los parámetros del modelo(los aspectos ajustables de la lógica matemática que utiliza el modelo para hacer predicciones o decisiones sobre los datos de entrada) de una manera que produzca resultados más útiles.
Aunque existen algoritmos de machine learning diseñados explícitamente para entrenar modelos para realizar una única tarea específica, eso es más una excepción que una regla. En términos generales, cada algoritmo de machine learning (ML) tiene cualidades matemáticas o prácticas particulares que son útiles para ciertos tipos de tareas (o ciertos tipos o cantidades de datos). En muchos casos, la misma técnica de ML se puede utilizar para entrenar modelos para múltiples tareas (aunque similares). Por el contrario, casi siempre hay varios algoritmos de ML adecuados para entrenar un modelo para cualquier tarea determinada.
El beneficio central de los algoritmos de ML es que permiten que los modelos de IA aprendan de la experiencia implícitamente. Esto contrasta con las técnicas de IA "clásicas" o "basadas en reglas", que requieren que un científico de datos, un experto en la materia o un ingeniero de ML programen manual y explícitamente la lógica de toma de decisiones del modelo. En las últimas décadas, los sistemas de ML se han convertido en el modo dominante de inteligencia artificial y análisis de datos sobre la IA basada en reglas porque, entre otras razones, el ML implícito basado en datos es inherentemente más flexible, escalable y accesible.
Dicho esto, es esencial tener en cuenta que ajustar un modelo a sus datos de entrenamiento es simplemente un medio para un fin. La premisa fundamental del ML es que si se optimiza el rendimiento de un modelo en tareas de muestra que se asemejan adecuadamente a los problemas del mundo real para los que se utilizará, el modelo entrenado también se desempeñará bien en nuevos datos que no ha visto en el entrenamiento. El objetivo final del ML es la generalización, la traducción del rendimiento de los datos de entrenamiento a datos nuevos e invisibles. Un enfoque miope en el entrenamiento en sí mismo corre el riesgo de sobreajuste, un fenómeno en el que el conocimiento de un modelo se adapta tan a fondo a los patrones en sus datos de entrenamiento que no puede generalizar, lo que produce un modelo que sobresale en el entrenamiento, pero falla en escenarios del mundo real.
Por lo tanto, entrenar un modelo de ML útil implica no solo seleccionar y configurar un tipo apropiado de algoritmo de ML, sino también la curaduría adecuada de los datos de entrenamiento y la validación cuidadosa del rendimiento posterior al entrenamiento.