Al implementar la IA, la mayoría de las organizaciones seleccionan primero un modelo fundacional: los modelos de aprendizaje profundo que sirven como base para el desarrollo de versiones más avanzadas. Los modelos fundacionales suelen tener bases de conocimiento generalizadas pobladas con datos de entrenamiento disponibles públicamente, como contenido de Internet disponible en el momento del entrenamiento.
Volver a entrenar un modelo fundacional o ajustarlo, donde un modelo fundacional se entrena aún más en nuevos datos en un conjunto de datos más pequeño y específico de dominio, es costoso a nivel computacional y requiere muchos recursos. El modelo ajusta algunos de sus parámetros o todos para ajustar su rendimiento a los nuevos datos especializados.
Con la RAG, las empresas pueden utilizar fuentes de datos internas y autorizadas y obtener aumentos similares en el rendimiento del modelo sin volver a entrenar. Las empresas pueden escalar su implementación de aplicaciones de IA según sea necesario, al tiempo que mitigan los aumentos de costos y requisitos de recursos.