Las herramientas de traducción automática se enfrentan a muchos de los mismos problemas que la traducción humana. Los avances en la traducción automática implican métodos cada vez más sofisticados para abordarlos, por lo que resulta útil ofrecer una visión general de algunos de los problemas fundamentales para contextualizar.
Un problema fundamental es la ambigüedad de las palabras. Un ejemplo ilustrativo clásico es la frase El pollo está listo para comer. Aquí, pollo podría referirse al animal vivo o a su carne cocinada. Este es un ejemplo de cómo las palabras polisémicas y sinónimas afectan a la traducción. Otro ejemplo notable de tal ambigüedad son las expresiones idiomáticas. "Irse por las ramas", por ejemplo, no tiene nada que ver con los arbustos. Los pronombres también pueden permanecer ambiguos en muchas oraciones, especialmente cuando se tratan de forma aislada.2
Los cambios en las reglas lingüísticas, como la sintaxis y la gramática, entre diferentes idiomas también afectan a la traducción. Por ejemplo, los verbos alemanes a menudo pueden aparecer al final de la oración, mientras que en inglés aparecen frecuentemente en el medio, y por otra parte, el orden de las palabras es irrelevante en latín. Esto explica las diferencias en los métodos de traducción entre traductores profesionales. En algunos casos, la traducción lingüística se realiza palabra por palabra, mientras que otros enfoques pretenden captar el sentido y la importancia cultural del texto mediante traducciones sueltas.3
Los textos poéticos plantean un desafío único para crear traducciones precisas. La métrica, la rima y la aliteración son preocupaciones que afectan únicamente a la calidad de la traducción poética.4 La investigación de la traducción automática suele centrarse en el texto en prosa. Esta descripción general presenta algunas de las preocupaciones en el proceso de traducción humana que también existen en la tecnología de traducción automática.