El alojamiento en la nube facilita el acceso a aplicaciones y sitios web utilizando recursos de nube. A diferencia del alojamiento tradicional, las soluciones no se despliegan en un único servidor, sino que hay una red de servidores de nube físicos y virtuales conectados que alojan la aplicación o sitio web y garantizan una mayor flexibilidad y escalabilidad.

• Las aplicaciones y soluciones se despliegan en una red de nube en lugar de en un único servidor en local.
  
  
• Los recursos se escalan a las necesidades del usuario.
  
  
• Las organizaciones solo pagan por los recursos que utilizan.
  
  
• El alojamiento en nube da soporte a bases de datos SQL (incluida MySQL) o NoSQL.
  
  
• Las soluciones se automatizan y controlan mediante API, portales web y aplicaciones móviles.

• Flexibilidad: los servicios de alojamiento tradicionales ofrecen un ancho de banda limitado. El alojamiento en la nube se escala para adaptarse a los momentos de máximo tráfico o a los picos de demanda estacionales.
  
  
• Modelo de pago por uso: los usuarios solo pagan por los recursos que utilizan al mes o por horas. Esta configuración difiere de las tarifas planas del alojamiento tradicional.
  
  
• Fiabilidad: los fallos de hardware no provocan tiempos de inactividad porque los sitios y las aplicaciones se alojan en una red de servidores. El tráfico viaja a través de distintas interfaces de red, de esta manera se segrega y protege.

• Seguridad: los clientes deberían considerar la contratación de un proveedor con opciones físicas/operativas, de red y sistema, de seguridad de datos y aplicaciones. Las empresas que trabajan con datos sensibles pueden separar los datos a nivel de hardware, utilizando servidores dedicados u otras opciones.
   

• Soporte: los proveedores de alojamiento en la nube ofrecen herramientas, y algunos ofrecen servicios de especialistas, para gestionar el entorno alojado en la nube.
   

• Rendimiento: a veces, la latencia puede suponer un problema. Las organizaciones tienen que asegurarse de que cuentan con conexiones a Internet estables y fiables.

Desde la perspectiva de TI, la flexibilidad de un despliegue rápido de soluciones para una cambiante necesidad de negocio resulta crítica tanto para el cliente como para el proveedor de servicios. En un entorno establecido con un largo historial de implementaciones de TI, no resulta fácil desplegar una nueva solución en semanas sin que tenga un fuerte impacto sobre la infraestructura existente o a la financiación disponible. El alojamiento en la nube proporciona las opciones y las ventajas de un despliegue de soluciones más rápido y un coste inferior, tanto en la implementación como en las operaciones.

La experiencia de las organizaciones con el alojamiento en la nube ya ha hecho que lo prefieran al despliegue tradicional de aplicaciones. No solo es más rápido el despliegue en nube, sino que también garantiza la escalabilidad, la disponibilidad y el rendimiento necesarios para el despliegue.

Los proveedores de servicios de nube (que son muchos) también han madurado sus servicios y modelos de prestación de servicios y son capaces de ofrecer acuerdos de nivel de servicio (SLA) con más claridad y acierto. Los sistemas de alojamiento en la nube han evolucionado para proporcionar funcionalidades de gestión y servicios de TI simplificados y centralizados. 

Este enfoque a la administración centralizada ayuda tanto al proveedor de servicios como al usuario a definir, suministrar y realizar el seguimiento de los acuerdos de nivel de servicio de forma automática en la web. La mayoría de los servicios de alojamiento en la nube se proporcionan a través de una interfaz de usuario intuitiva basada en web para software, hardware y solicitudes de servicio, que se suministran al instante. Incluso las actualizaciones de software y hardware se realizan automáticamente. Es tan sencillo como comprar online.

En ambos enfoques de alojamiento, interno y en la nube, se mantienen los mismos requisitos no funcionales de escalabilidad, fiabilidad y alta disponibilidad, pero el alojamiento en la nube proporciona una agrupación de recursos de TI mucho más amplia para ofrecer la escalabilidad, la fiabilidad y la disponibilidad necesarias, con un mayor grado de confianza. 

Estos requisitos también se pueden ajustar automáticamente a los requisitos de una solución. Lo que se conoce como aprovisionamiento de servicios con reconocimiento de aplicaciones y se implementa a través de entornos definidos por software (SDE). El SDE suministra los recursos informáticos, de red y de almacenamiento en función de las necesidades de las aplicaciones de forma automática y dinámica. Ayuda a maximizar las eficiencias y a optimizar los servicios, beneficiando tanto a usuarios como a proveedores de servicios.

De esta manera, el alojamiento en la nube se consolida como opción de despliegue destacada para clientes de todos los sectores. Si aún no dispone de alojamiento en la nube, ahora es el momento perfecto para considerarlo como opción estratégica y adoptarlo.

Suj Perepa
Ingeniero distinguido, IBM