Históricamente, los proveedores de servicios financieros tradicionales han tenido problemas con la innovación. Un estudio de McKinsey1(enlace externo a ibm.com) descubrió que los grandes bancos eran un 40 % menos productivos que los nativos digitales. Muchas startups bancarias emergentes son pioneras en casos de uso de la inteligencia artificial, lo que hace aún más importante que los bancos tradicionales se pongan al día e innoven ellos mismos.
Las empresas de banca de inversión han utilizado durante mucho tiempo el procesamiento del lenguaje natural (PLN) para analizar las grandes cantidades de datos que tienen internamente o que extraen de fuentes de terceros. Utilizan PLN para examinar conjuntos de datos para tomar decisiones más informadas sobre inversiones clave y gestión de patrimonios.
El sector bancario, en concreto, está absorbiendo los beneficios deseados de las tecnologías de IA. Los clientes quieren experiencias de banca digital: aplicaciones en las que puedan obtener más información sobre los servicios prestados, interactuar con personas o asistentes virtuales, y gestionar mejor sus finanzas. Las empresas necesitan mejorar la experiencia del usuario para mantener contentos a esos clientes. Adoptar e implementar soluciones de IA es una forma de lograrlo.
Aunque la IA es potente por sí sola, su combinación con la automatización abre aún más posibilidades. La automatización con IA combina la inteligencia de la IA con la capacidad de repetición de la automatización. Por ejemplo, la IA puede mejorar la automatización de procesos robóticos (RPA) para analizar mejor el análisis de datos y tomar medidas basadas en lo que la IA decida que es mejor. Un ejemplo son los bancos que utilizan RPA para validar los datos de los clientes necesarios para cumplir con las restricciones de conocimiento del cliente (KYC), antiblanqueo de dinero (AML) y diligencia debida del cliente (CDD).