Los beneficios inmediatos de la resiliencia de los datos son numerosos e incluyen la protección contra la pérdida de datos, el aumento de la fiabilidad y la reducción al mínimo del tiempo de inactividad.
Otra ventaja primordial de lograr la resiliencia de los datos es que contribuye a la retención de datos y respalda las políticas de gestión de datos persistentes, lo que ayuda a las organizaciones a seguir cumpliendo los estrictos requisitos empresariales y legales de archivo de datos.
Pero quizá la mayor ventaja reside en su capacidad para proteger la reputación de una empresa. Una buena resiliencia de datos puede mantener una empresa en funcionamiento sin problemas, con las funciones empresariales habituales ejecutándose correctamente, pero también garantiza que su reputación nunca se vea dañada, aunque sufra una pérdida de datos. Con las medidas adecuadas de resiliencia de los datos, muchas pérdidas de datos pueden gestionarse inmediatamente y se pueden mitigar sus efectos.
En el mejor de los casos, la base de clientes de una organización ni siquiera sabrá que se ha producido tal pérdida de datos. Sin embargo, incluso si la pérdida se hace pública, puede no dañar la reputación de esa empresa, siempre que parezca que haya actuado de buena fe, haya tratado de proteger los datos de los clientes y haya tomado todas las medidas necesarias para frustrar futuros ciberataques.
Tras numerosos incidentes de gran repercusión, los ciberataques han perdido parte de su gran impacto inicial. El público en general sabe que los ciberataques forman parte del día a día de las empresas y que pueden atacar y perturbar cualquier organización. En general, los consumidores ya no señalan con el dedo a una empresa que sufre una pérdida de datos. sólo la culpan si no responde adecuadamente al incidente y no protege mejor los datos de sus clientes en el futuro.