La ingeniería de productos es una fase del desarrollo de productos en la que se aplican los principios y prácticas de ingeniería al ciclo de vida de un producto. El proceso incluye diseño, desarrollo, pruebas y optimización.
La ingeniería de producto puede referirse a la ingeniería de software o al diseño de nuevos productos como los equipos industriales, los automóviles o la electrónica. Independientemente del producto final, la ingeniería de producto implica un enfoque multidisciplinar. Esto puede significar combinar aspectos de ingeniería mecánica, eléctrica, de software y otros campos relevantes para crear productos innovadores y de alta calidad.
El éxito de la ingeniería de producto se traduce en productos que no solo satisfacen los requisitos funcionales y técnicos, sino que también proporcionan una experiencia de usuario superior y complementan la estrategia empresarial global de la organización. A menudo, resulta útil para una organización sistematizar el proceso de ingeniería de productos, lo que implica esbozar una hoja de ruta detallada y designar gestores de productos que garanticen un proceso oportuno y rentable. Así, podrá maximizar el valor de un producto durante todo su ciclo de vida.
Aunque los términos "ingeniería de producto" y "desarrollo de producto" están estrechamente relacionados y a veces se utilizan de manera indistinta, se refieren a procesos diferentes. El proceso de desarrollo de productos abarca todo el proceso no técnico de creación de un nuevo producto e incluye actividades posteriores al lanzamiento, como el marketing y las ventas. La ingeniería de producto, por su parte, tiene un alcance más limitado. Suele centrarse en funciones de ingeniería como las especificaciones técnicas, los materiales, la fabricación y la integración de tecnologías o software. Aunque ambos procesos son cruciales para crear y lanzar con éxito un nuevo producto, la ingeniería de producto es un subconjunto especializado del marco más amplio del desarrollo de productos.
El proceso de ingeniería de producto implica la colaboración entre varios equipos y partes interesadas para garantizar el éxito del desarrollo y la entrega del producto final. La composición de este equipo puede variar en función de la organización y la naturaleza del producto. Entre los miembros del equipo más habituales se encuentran:
Puede tratarse de ingenieros y desarrolladores de software, de un equipo de control de calidad que realice pruebas y validaciones, o de ingenieros de hardware (por ejemplo, mecánicos) que trabajen en los aspectos físicos del diseño del producto.
La dirección ejecutiva puede participar en la dirección general, el apoyo y los recursos para el desarrollo de productos.
Los especialistas en adquisiciones y el equipo financiero pueden colaborar con el equipo de ingeniería de producto. Estos especialistas ayudan a garantizar que en el proceso de desarrollo del producto se utilicen materiales de la máxima calidad, y que estos se ajusten al presupuesto del proyecto.
Dependiendo del producto, puede ser necesario recurrir a un asesor jurídico o a especialistas en cumplimiento para garantizar que cumple las leyes y normativas pertinentes.
Los jefes de producto son los responsables de definir la hoja de ruta de la organización y la estrategia de producto.
Aunque no existe una hoja de ruta de ingeniería de productos que se aplique a todas las organizaciones, hay algunos elementos centrales que suelen incluirse en un proceso ágil y sistemático.
Estas fases garantizan que el producto se diseñe y construya de forma inteligente teniendo en cuenta tanto los requisitos empresariales como los del usuario final. Las pruebas, la iteración, la validación y el seguimiento continuo de los resultados garantizan el equilibrio entre la innovación, la viabilidad técnica y las consideraciones presupuestarias. Dada la complejidad del proceso de ingeniería de producto, algunas organizaciones pueden optar por contratar a una empresa externa especializada en servicios de ingeniería de producto o gestión de proyectos para agilizar el proceso.
Al igual que ocurre con el diseño de productos, la ingeniería de productos comienza con la lluvia de ideas y la conceptualización. Aunque los ingenieros no suelen realizar ellos mismos estudios de mercado, durante esta fase pueden trabajar para traducir conceptos abstractos como las necesidades del cliente en especificaciones tangibles del producto, teniendo en cuenta el papel del producto, la viabilidad técnica, el plazo de comercialización y otras exigencias externas. Esta fase también puede incluir la recopilación de datos exhaustivos, la identificación de los requisitos del sistema y la descripción de las funcionalidades.
Una vez concretada la idea, los ingenieros comienzan la fase de diseño, en la que crean esquemas detallados, especificaciones, dibujos y modelos del producto. Esta fase puede incluir el uso de herramientas CAD (diseño asistido por ordenador) para desarrollar modelos bidimensionales y tridimensionales. Los ingenieros diseñan y fabrican prototipos que se construyen y prueban para validar el producto antes de pasar a la producción a escala real. Puede construirse más de un prototipo para ayudar en procesos complejos de resolución de problemas. En ingeniería de software, los ingenieros pueden definir la arquitectura general del sistema del producto durante esta fase.
A medida que se diseña el producto o poco después de que se apruebe el prototipo final, el equipo de diseño e ingeniería colabora con los especialistas en compras para planificar cómo se fabricará el producto final. Durante este proceso, los ingenieros toman decisiones cruciales sobre la selección de materiales y el proceso de fabricación. En función de factores como el coste, la escalabilidad, la durabilidad y la sostenibilidad, los ingenieros y los miembros de su equipo elaboran un plan detallado para la producción en serie.
Con el avance de la tecnología, es cada vez más habitual que los productos incluyan una combinación de componentes de hardware y software. El producto final puede ser un programa informático en sí mismo o requerir un proceso de ingeniería de productos de software independiente para garantizar su integración perfecta con otro programa informático o con un dispositivo de hardware. Lo ideal sería que la fase de diseño y creación de prototipos incluyera planes de integración de varias tecnologías para crear un producto cohesivo y funcional.
Durante la fase de prueba del producto, los ingenieros lo evalúan estrictamente para asegurarse de que cumple las especificaciones y requisitos predefinidos, lo que puede incluir pruebas de rendimiento, fiabilidad, seguridad, escalabilidad y usabilidad. Como parte del proceso, se aplican medidas de garantía de calidad (QA) para garantizar que el producto cumple o supera las normas del sector y las expectativas de los consumidores. Los procesos de validación pueden incluir pruebas de automatización o de rendimiento, según el producto diseñado.
En un flujo de trabajo de ingeniería de producto ideal, el desarrollo y las pruebas son un proceso continuo más que un estado final. Durante la fase de diseño, los ingenieros pueden haber planificado las futuras actualizaciones y el mantenimiento. Las pruebas continuas y la monitorización de las métricas clave son fundamentales para garantizar el correcto funcionamiento del producto. Para algunas organizaciones, la opción más adecuada tras el lanzamiento del producto puede ser invertir en iteración continua. Esto podría significar diseñar e implementar actualizaciones, recoger y filtrar el feedback de los usuarios o dedicar un equipo de ingenieros a monitorizar continuamente el rendimiento del producto.
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