Los datos son uno de los activos más valiosos para cualquier organización. A medida que aumenta el volumen de datos confidenciales, también aumenta la necesidad de protegerlos contra el acceso no autorizado. Según el Informe del costo de una filtración de datos , el costo promedio global de una filtración de datos es de 4.88 millones de dólares—un aumento del 10% respecto del año anterior y el total más alto jamás registrado.
Para muchas organizaciones, el cifrado es una de las medidas más eficaces para proteger los datos confidenciales. Aplica los principios de la criptografía para transformar datos legibles en texto cifrado mediante el uso de algoritmos criptográficos, haciéndolos inaccesibles para usuarios no autorizados.
La eficacia del cifrado depende no solo de algoritmos estables, como el Estándar de cifrado avanzado (AES), sino también de la gestión segura de las claves de cifrado que bloquean y desbloquean los datos.
Este proceso no siempre es tan fácil como podría parecer. Las organizaciones a menudo deben gestionar miles de claves de cifrado en diferentes sistemas y entornos, cada uno en diversas etapas de su ciclo de vida.
Es posible que las claves de cifrado puedan compartirse de forma segura entre departamentos o con socios externos. Esta complejidad puede dificultar la tarea de garantizar la seguridad, el seguimiento y el mantenimiento de todas las claves a lo largo de su ciclo de vida.
La gestión de claves facilita este proceso al centralizar el control de claves, automatizar los procesos del ciclo de vida clave y proporcionar capacidades estables de monitoreo y auditoría. Ayuda a las organizaciones a garantizar que las claves de cifrado se gestionen constantemente de acuerdo con las mejores prácticas y reduce el riesgo de pérdida o uso indebido de claves.
Sin una gestión de claves adecuada, las organizaciones pueden correr el riesgo de anular de manera efectiva los beneficios del cifrado, lo que podría resultar en acceso no autorizado, filtraciones de datos y pérdida de datos.
Por ejemplo, Microsoft reveló recientemente que un grupo de hackeo respaldado por China robó una clave de firma criptográfica crítica de sus sistemas.1 Esta clave permitió a los actores de amenazas generar tokens de autenticación legítimos y acceder a sistemas de correo electrónico de Outlook basados en la nube para 25 organizaciones, incluyendo múltiples agencias gubernamentales de Estados Unidos.
Además, a medida que surgen nuevas tecnologías, la importancia de una administración de claves sólida continúa creciendo. Por ejemplo, el advenimiento de la computación quantum plantea una amenaza significativa para los algoritmos de cifrado actuales, lo que incita a organizaciones y expertos a invertir en técnicas criptográficas resistentes cuánticas y sistemas de administración de claves.
Mantenerse a la vanguardia de estos desarrollos e invertir en soluciones y sistemas avanzados de gestión de claves puede ayudar a las organizaciones a garantizar que sus prácticas de cifrado sigan siendo eficaces y a prueba de futuro.