La mayoría de las tecnologías de seguridad protegen los datos confidenciales evitando el acceso no autorizado a la red o mediante la detección y el bloqueo de comportamientos sospechosos o maliciosos por parte de usuarios autorizados o no autorizados, interfaces de programación de aplicaciones (API), dispositivos de Internet de las cosas (IoT) u otras entidades.
Estas tecnologías han ayudado a mejorar la seguridad de los datos, así como la detección de amenazas y la respuesta antes estas. Sin embargo, la adopción frenética de la computación en la nube, el desarrollo ágil nativo de la nube, así como la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) condujeron a riesgos y vulnerabilidad de la seguridad de los datos que estas tecnologías no siempre resuelven; lo que a su vez puede dejar a las organizaciones en riesgo de sufrir filtraciones de datos e incurrir en infracciones de cumplimiento normativo.
El más sobresaliente de estos riesgos de datos son los datos en la sombra (shadow data): datos que se respaldan, copian o replican en un almacén de datos que no está sujeto a monitoreo, gestión o gobernanza por los mismos equipos de seguridad, políticas o controles que los datos originales. Por ejemplo, como parte de su desarrollo y pruebas iterativos, los equipos de DevOps podrían crear veintenas de nuevos almacenes de datos todos los días y copiar datos confidenciales en ellos. Un solo error de configuración podría causar que los datos en cualquiera o en todos los almacenes de datos sean más vulnerables al acceso no autorizado.
La demanda de datos para el modelado de la IA o ML también contribuye a que existan datos ocultos, ya que las organizaciones amplían el acceso a los datos a una mayor cantidad de usuarios que poseen menos conocimientos sobre la seguridad y la gobernanza adecuadas de los datos. Asimismo, una mayor adopción de entornos multinube (uso de servicios y aplicaciones en la nube de múltiples proveedores) y de nube híbrida (infraestructura que combina y orquesta la nube pública y los entornos de nube privada) propaga los riesgos.
Según el Informe sobre costo de una filtración de datos 2023, el 82 % de las filtraciones de datos implicaron datos almacenados en entornos de nube y el 39 % de los datos vulnerados se almacenan en múltiples tipos de entornos informáticos, que incluyen la nube privada, la nube pública, la nube híbrida y entornos locales.