Los trabajadores del conocimiento, normalmente aquellos con formación avanzada y años de experiencia, se han convertido en un valioso recurso para las empresas en todo el mundo. Las empresas se apoyan en estas personas “a quienes se les paga por pensar” para impulsar la innovación, resolver problemas y gestionar personal.
Sin embargo, habilitar a los trabajadores del conocimiento para que sigan siendo productivos puede ser un desafío constante. Con demasiada frecuencia, estos trabajadores especializados terminan atrapados en la gestión de tareas diarias o la burocracia del negocio, dejando menos tiempo para el pensamiento creativo. Cuando los trabajadores del conocimiento abandonan las empresas, estas enfrentan otro desafío: encontrar una manera de documentar, compartir y retener su conocimiento para ampliar sus beneficios a toda la empresa.
Para aprovechar al máximo las habilidades, la creatividad y los insights de los trabajadores del conocimiento se requiere una gestión empresarial reflexiva, desde la integración de datos de la empresa hasta el despliegue de procesos bien documentados. En este artículo se analiza la manera en que las herramientas emergentes pueden ser de utilidad.
Un trabajador del conocimiento es un profesional que genera valor para la organización a través de su pericia, pensamiento crítico y habilidades interpersonales. A menudo tienen la tarea de desarrollar nuevos productos o servicios, resolver problemas o crear estrategias y planes de acción que impulsen mejores resultados comerciales. Los trabajadores del conocimiento han recibido capacitación formal o tienen experiencia significativa, son excelentes comunicadores y pueden aprender y adaptarse a un entorno de trabajo cambiante.
Los trabajadores del conocimiento son una parte esencial del lugar de trabajo digital en evolución. Pueden fungir como jefes de departamento gracias a sus amplios conocimientos institucionales o actuar como expertos en la materia a quienes se recurre para consultarlos sobre un reto empresarial específico. La agilidad y adaptabilidad de los trabajadores del conocimiento pueden ayudar a las organizaciones a fomentar la colaboración y a responder rápidamente ante cambios y retos, ya se trate de avances tecnológicos o de grandes acontecimientos mundiales.
Los trabajadores del conocimiento difieren de los trabajadores de la información, aunque parezca que sus funciones son similares. Los trabajadores del conocimiento toman la información existente y la utilizan para crear nueva información. Los trabajadores de la información, por otro lado, aplican la información para realizar una tarea. En la jerarquía del lugar de trabajo actual, los trabajadores del conocimiento supervisan el trabajo diario de los trabajadores de la información.
El término “trabajador del conocimiento” fue acuñado por el consultor empresarial Peter Drucker en 1959 como una nueva versión de los oficinistas en su libro The Landmarks of Tomorrow. En él, argumentó que, para el siglo XXI, el activo más valioso para cualquier organización sería la productividad de sus trabajadores del conocimiento. En un artículo de Harvard Business Review de 1999, Drucker señaló que cuando las personas realizan el trabajo para el que son competentes y que se ajusta a sus habilidades, no solo pueden cultivar una carrera más exitosa en la economía del conocimiento, sino que en última instancia pueden aportar más valor a la organización.
En aquel entonces, Drucker observó cómo el tipo de trabajo estaba cambiando principalmente de empleos de obreros para labores manuales a empleos administrativos que dependen de las habilidades intelectuales y el conocimiento de los empleados para crear y ejecutar tareas. Drucker previó el cambio inminente hacia la tecnología de la información y una nueva clase de trabajadores cuya valiosa habilidad era su conocimiento. Este mayor enfoque en la información y la nueva tecnología ayudaría a la economía a crecer, pero a costa de muchos empleos de obreros, predijo Drucker.
Si bien muchos de los empleos que son considerados trabajo de conocimiento hoy en día ya existían cuando Drucker acuñó el término (por ejemplo, farmacéuticos, maestros, gerentes de construcción), hay innumerables otros puestos de trabajo que surgieron de nuestra nueva era de la información, tales como programador informático o consultor en materia de TI.
Ya sea que analicen métricas comerciales, revalúen procesos para encontrar nuevas oportunidades de automatización o fomenten una mayor colaboración en el trabajo diario de un equipo, los trabajadores del conocimiento aportan diversas ventajas a una empresa, entre ellas:
Actualmente, la mayoría de las organizaciones ven valor en aprovechar la pericia de los trabajadores del conocimiento; sin embargo, usar esa información de manera efectiva a menudo plantea un desafío. ¿Cómo se amplía el intercambio de conocimientos en toda la organización, en todo el país o en todo el mundo? ¿Cómo se conserva esa información cuando los empleados son libres de llevar sus conocimientos (“know-how”) a otra empresa en cualquier momento?
La gestión del conocimiento ofrece una solución. Crea un proceso para identificar, organizar, almacenar y difundir la información creada y utilizada por los trabajadores del conocimiento dentro de una organización. Cuando las empresas crean vías y procesos para compartir conocimientos, aumenta la colaboración, se identifican oportunidades de eficiencia y se ayuda a mantener protegidos los conocimientos valiosos.
A continuación, presentamos distintas herramientas que las organizaciones pueden usar para ayudar a los trabajadores del conocimiento a almacenar, compartir y usar la información de manera más eficiente.
Los trabajadores del conocimiento son conocidos por ser empleados muy creativos y productivos; sin embargo, su productividad y capacidad para pensar en soluciones de negocios “amplias” pueden verse estancadas cuando tienen que centrar su atención en otras tareas.
El desafío para muchos puede ser simplemente el tiempo. Por ejemplo, cuando los científicos, analistas de datos e ingenieros informáticos tienen plazos ajustados y tareas gerenciales, el tiempo que tienen disponible para aportar ideas, hacer pruebas e intercambiar conocimientos se ve limitado.
Como destacó McKinsey , estos retos suelen encajar en una las siguientes cinco categorías:
Como mencionamos anteriormente en esta publicación, son diversas las ventajas que los trabajadores del conocimiento aportan a sus organizaciones, desde liderazgo estratégico hasta innovación. Pero los beneficios solo se pueden obtener si su productividad no queda estancada en tareas que no implican conocimiento. En otras palabras, es mejor que los trabajadores del conocimiento se dediquen a sintetizar información y a proporcionar insights aplicables en la práctica que a extraer datos.
Parte del problema es la cantidad de herramientas que emplean los trabajadores del conocimiento para realizar su trabajo: el cambio incesante entre pantallas provoca ineficacia y distracción de lo importante. Buenas noticias: la IA y las tecnologías de automatización están evolucionando para proporcionar un acceso fácil y conversacional a la información y la automatización de tareas que los trabajadores del conocimiento necesitan para servir mejor a los clientes y generar valor con su pericia, pensamiento crítico y habilidades interpersonales.
Para ayudar a nuestros clientes a resolver la gestión del conocimiento, ofrecemos IBM watsonx.ai. Como parte de la cartera de IBM watsonx que reúne nuevas capacidades de IA generativa, la solución watsonx.ai está impulsada por modelos fundacionales y aprendizaje automático tradicional, combinados en un potente estudio que abarca el ciclo de vida de la IA. Predefinidas para agregar valor rápidamente, las soluciones IBM watsonx proporcionan conjuntos de habilidades en constante expansión, modelos de IA que aprenden constantemente y automatizaciones que se pueden orquestar en tiempo real para que los trabajadores del conocimiento puedan hacer lo siguiente:
Desde RR. HH. hasta compras y atención al cliente, las soluciones IBM watsonx están reforzando el trabajo para mejorar la atención al cliente e impulsar la interacción y la productividad de los trabajadores del conocimiento. Los clientes obtienen una experiencia de autoservicio precisa y eficiente y los trabajadores del conocimiento obtienen la inteligencia y las herramientas que necesitan para liberar tiempo para realizar tareas de mayor valor.