Los tres factores clave (personalizado, amplificado, medido) son cíclicos. Cada uno ocurre en cada paso del proceso de gestión del cambio digital que se describe aquí:
Preparación: en esta etapa, las partes interesadas realizan una investigación exhaustiva, que incluye entrevistas y análisis de datos históricos, para definir el alcance del cambio. Definen las brechas, las necesidades y las personas involucradas.
Descubrir: durante la etapa de descubrimiento o exploración de la planificación, el equipo lleva a cabo una evaluación del impacto del cambio. Esta evaluación aclara el alcance del cambio y confirma las brechas y necesidades exactas sugeridas en la etapa de preparación. A partir de ahí, se define el enfoque de cambio y las estrategias que lo acompañan, y se desarrolla la hoja de ruta para el cambio.
Entrega: la fase de entrega es en la que se implementan las tácticas de cambio, impulsadas por los principios rectores y las metodologías mencionados anteriormente. La entrega es un proceso continuo de implementación de tácticas o actuación y evaluación de los resultados. Una vez que hay un nivel de satisfacción con la implementación, se produce una capacitación más amplia de los usuarios.
Transición: ahora que los cambios están en uso y los empleados se están incorporando, hay un proceso continuo de incorporación, implementación, apoyo y medición. La agilidad de un enfoque de pensamiento de diseño permite ajustes rápidos basados en las mediciones de adopción y los KPI.
Realización y mantenimiento: la transición debe conducir sin fisuras a la realización del éxito de la transformación. Si no tenía éxito, el equipo de gestión del cambio volvería a las etapas anteriores de descubrimiento y entrega para mejorar la transformación. Si tiene éxito, la acción consiste en mantener el cambio con la capacitación continua (por ejemplo, la transferencia de conocimientos para los nuevos empleados) y la medición.