Durante la pandemia de COVID-19, muchas empresas permitieron a los empleados trabajar de forma remota para garantizar la continuidad de negocio. Al salir de la pandemia, muchas empresas han mantenido estas modalidades de trabajo remoto y móvil. Las nuevas tecnologías también han logrado que la fuerza laboral remota sea más práctica.
Herramientas como Asana, Slack, Webex, Zoom y Google Calendar hacen que el trabajo virtual y la colaboración entre la fuerza laboral móvil sean más fáciles y eficientes. Sin embargo, estas nuevas herramientas y aplicaciones pueden representar un desafío para una gestión de TI eficaz. Otras innovaciones en tecnología móvil —como lectores biométricos, wearables, control de voz, comunicaciones de campo cercano (NFC), realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR)— también están mejorando las comunicaciones y los flujos de trabajo de las empresas.
Hasta hace poco, una de las barreras clave para implementar tecnologías móviles fue la falta de una señal inalámbrica confiable y rápida. Con la introducción de la tecnología inalámbrica 5G, los trabajadores móviles pueden compartir incluso archivos masivos con asociados y colaborar a través de videos sin retrasos ni interrupciones.
Las innovaciones como 5G permiten incluso a las pequeñas empresas aprovechar las tecnologías de RA y RV para mejorar la comunicación y la colaboración. Los trabajadores pueden realizar tareas complejas con información que se entrega bajo demanda mediante RA. Por ejemplo, los trabajadores de la construcción y la ingeniería pueden planificar nuevos proyectos con dispositivos de RA, y la gestión de la cadena de suministro y la recolección de inventarios también podrían realizarse a través de la RA.
Es probable que las organizaciones sigan adoptando nuevas herramientas de software para gestionar mejor las transiciones a gran escala de los empleados de oficina al trabajo remoto y móvil. Como parte de esta transición, las empresas pueden formar relaciones estratégicas con los principales distribuidores de software y equipamiento, y proveedores de servicios de red para minimizar las interrupciones en la infraestructura y los servicios.
Las tendencias demográficas también han influido en el crecimiento de la fuerza laboral móvil. Combinados, los millennials y la generación Z constituyen la mayor parte de la fuerza laboral. Las investigaciones muestran que estos trabajadores prefieren el trabajo flexible.