¿Qué es una nube pública?

El proveedor de servicios en la nube posee y administra los centros de datos donde se ejecutan las cargas de trabajo de los clientes. Los proveedores de servicios asumen la responsabilidad de todo el mantenimiento del hardware y la infraestructura y proporcionan conectividad de red de gran ancho de banda para garantizar un acceso rápido a las aplicaciones y los datos. El proveedor de servicios en la nube también gestiona el software de virtualización subyacente. En su forma más simple, el modelo de nube pública es la versión informática del modelo de "utilidad" que todos utilizamos cuando consumimos electricidad o agua en nuestros hogares.

Los recursos de la nube pública pueden ser accesibles de forma gratuita, o el acceso puede venderse según modelos de precios basados en suscripción o de pago por uso.

Las arquitecturas de nube pública son entornos de varios inquilinos, los usuarios comparten un conjunto de recursos virtuales que se aprovisionan y asignan automáticamente a inquilinos individuales a través de una interfaz de autoservicio. Esto significa que las cargas de trabajo de varios inquilinos pueden estar ejecutando instancias de CPU en un servidor físico compartido al mismo tiempo. Sin embargo, los datos de cada arrendatario de nube están aislados lógicamente de los de otros arrendatarios.

El auge y la adopción de los servicios de nube pública son uno de los cambios más importantes de la historia de la informática empresarial. El mercado mundial de la computación en la nube pública ha crecido rápidamente en los últimos años, y los analistas pronostican que esta tendencia continuará; Gartner predice que los ingresos mundiales de la nube pública superarán los 330 000 millones de dólares a finales de 2022.

Muchas empresas están trasladando partes de su infraestructura informática a la nube pública porque los servicios de nube pública son elásticos y fácilmente escalables, y se ajustan con flexibilidad para satisfacer las cambiantes demandas de carga de trabajo. Otros se sienten atraídos por la promesa de una mayor eficiencia y menos recursos desperdiciados, ya que los clientes solo pagan por lo que utilizan. Otros tratan de reducir el gasto en hardware e infraestructuras locales.

Vea el siguiente vídeo para obtener más información sobre la nube pública:

Hoy en día hay disponible una amplia gama de servicios de computación en la nube pública, que comprenden múltiples ofertas y modelos de servicio. Casi cualquier servicio que no requiera proximidad física al hardware que lo aloja ahora puede prestarse a través de la nube.

Los tres modelos de servicio en la nube más comunes son los siguientes:

• Infraestructura como servicio (IaaS): en IaaS, el proveedor de servicios en la nube ofrece acceso a los recursos fundamentales de procesamiento, red y almacenamiento dedicado sobre demanda a través de Internet pública o mediante conexiones dedicadas. Puede consistir en el acceso directo al hardware subyacente (un modelo conocido como bare metal), pero más comúnmente, es el acceso a recursos ya virtualizados.

• Plataforma como servicio (PaaS): PaaS proporciona a los desarrolladores de aplicaciones una plataforma completa, que incluye todo el hardware, el software y la infraestructura necesarios, sobre la que se pueden crear, ejecutar y gestionar las aplicaciones. Toda la infraestructura de la plataforma suele estar gestionada por el proveedor de servicios en la nube, y los usuarios no tienen que preocuparse por los detalles de nivel inferior.

• Software como servicio (SaaS): con SaaS, los usuarios reciben acceso a aplicaciones de software alojadas en la nube. En lugar de instalarse en dispositivos locales, estas aplicaciones residen en la nube y se accede a ellas a través de un navegador web o mediante una API.

También están disponibles otros modelos de servicio (a menudo más especializados). Entre ellos se incluyen ofertas como Business-Process-as-a-Service (BPaaS), en la que todo un proceso empresarial horizontal o vertical se ofrece conjuntamente como una combinación de servicios IaaS, PaaS y SaaS relacionados; o Function-as-a-Service (FaaS), un subconjunto de SaaS en el que el código de la aplicación se ejecuta solo en respuesta a eventos o solicitudes específicos. Sin embargo, la mayoría de estas ofertas son subtipos o extensiones de los tres modelos básicos de servicios de cloud computing.

La nube privada es una infraestructura en la nube operada exclusivamente por una empresa. Normalmente, una nube privada se aloja en las instalaciones, detrás del propio firewall de la empresa cliente, pero también puede alojarse en un proveedor de servicios en la nube dedicado o en una infraestructura de terceros. En cualquier caso, la empresa cliente tiene acceso exclusivo y aislado a la infraestructura.

La nube privada permite a una empresa beneficiarse de la eficiencia de la nube al tiempo que proporciona un mayor control sobre los recursos, la seguridad de los datos y el cumplimiento de la normativa, y evita el posible impacto en el rendimiento y la seguridad de compartir recursos con otro cliente de la nube.

Una analogía compara la computación en nube privada con ser propietario de una vivienda unifamiliar y la computación en nube pública con el alquiler de un apartamento o condominio en un edificio de varias unidades.

En la nube privada, el cliente suele ser responsable de la gestión y el mantenimiento de la infraestructura, lo que incluye la planificación de la capacidad para garantizar que el hardware disponible puede satisfacer las necesidades presentes y futuras, la concesión de licencias e instalación del software y la supervisión y aplicación de las políticas de seguridad.

Algunas de las posibles ventajas de la nube privada frente a la nube pública son las siguientes:

• Mayor capacidad para personalizar las aplicaciones y la infraestructura.
  
  
• Mayor control y seguridad porque las cargas de trabajo se ejecutan detrás del firewall del arrendatario, aunque la seguridad general depende de la del propio entorno del arrendatario.
  
  
• Cumplimiento simplificado (o simplificado percibido) de las normas de sectores o gobierno.

La nube privada suele implicar costes iniciales y continuos más altos que la nube pública. Pero las ofertas emergentes de nube pública, como las nubes privadas virtuales (VPC), ofrecen muchos de los mismos beneficios que la computación en nube privada sin imponer los mismos costes ni cargas de gestión. Y las nuevas ofertas de nube privada, como los servicios de nube privada gestionada, en los que un proveedor externo interviene para implementar, configurar y gestionar la nube privada en nombre del cliente, también están facilitando el consumo de servicios similares a la nube privada.

En general, la nube pública es una mejor opción si se cumplen las siguientes condiciones:

• La escalabilidad y la elasticidad, es decir, la capacidad de añadir capacidad de forma instantánea o automática en respuesta a aumentos inesperados del tráfico, son importantes para usted.
  
  
• Quiere evitar gastos de capital iniciales y prefiere gastos operativos continuos más predecibles.
  
  
• Quiere acceso ilimitado a recursos que están disponibles a través de un proveedor de servicios en la nube.

Sin embargo, si necesita una seguridad, una normativa o una infraestructura muy especializadas, desea el máximo control sobre su entorno de nube y considera que sus cargas de trabajo tienen patrones de uso predecibles, una nube privada o un servicio similar a una nube privada puede ser la mejor opción.

La nube híbrida integra la nube privada y la nube pública, utilizando tecnologías y herramientas de gestión que permiten a una empresa mover cargas de trabajo de manera fluida entre ambas según sea necesario para un rendimiento óptimo, seguridad, cumplimiento y rentabilidad óptimos.

Por ejemplo, la nube híbrida permite a una empresa mantener los datos confidenciales y las aplicaciones heredadas de misión crítica (que no se pueden migrar fácilmente a la nube) en las instalaciones, al tiempo que aprovecha la nube pública para aplicaciones SaaS, PaaS para la implementación rápida de nuevas aplicaciones e IaaS para capacidad de cómputo o almacenamiento adicional bajo demanda.

La mayoría de las empresas que adoptan la nube recurren a arquitecturas de cloud híbrido para tener la flexibilidad de elegir el mejor entorno de nube (pública o privada) para cada una de sus cargas de trabajo o mover las cargas de trabajo entre nubes a medida que cambian sus necesidades.

Para obtener más información sobre cloud híbrido, consulte nuestro vídeo "Hybrid Cloud Explained":

Tradicionalmente, las preocupaciones de seguridad han sido el obstáculo número uno para las organizaciones que consideran la nube pública. En respuesta a la demanda, la seguridad ofrecida por los proveedores de servicios en la nube está superando constantemente a las soluciones de seguridad en las instalaciones.

Con la creciente popularidad de los contenedores,que pueden mejorar enormemente la seguridad en las arquitecturas de aplicaciones nativas de la nube, y las nuevas ofertas de nube pública que incluyen el cumplimiento certificado por el proveedor de los estándares y regulaciones del sector, cada vez es más fácil que nunca mantener una posición de seguridad que sea al menos tan sólida como lo que se puede lograr con infraestructuras locales.

Según el proveedor de software de seguridad McAfee, hoy en día el 52 % de las empresas cuentan con una mejor seguridad en la nube que en las instalaciones. Gartner ha pronosticado que para este año (2020), las cargas de trabajo en la nube de infraestructura como servicio (IaaS) experimentarán un 60 % menos de incidentes de seguridad que las de los centros de datos tradicionales.

No obstante, mantener dichos estándares de seguridad en la nube pública exige procedimientos de gobierno y habilidades de los empleados diferentes a los de los entornos de TI heredados. La seguridad en la nube requiere una sólida gestión del acceso, cifrado de datos en reposo, en tránsito o en uso, y una excelente visibilidad para monitorear, detectar y gestionar ciberamenazas.