Los servidores bare metal son una forma de servicios de nube en la que el usuario alquila a un proveedor una máquina física que no se comparte con ningún otro arrendatario.
A diferencia del cloud computing tradicional, que se basa en maquinas virtuales, los servidores bare metal no incluyen ningún hipervisor preinstalado y dan al usuario control completo sobre su infraestructura de servidor.
Puesto que con un servidor bare metal los usuarios obtienen un control completo sobre la máquina física, tienen la flexibilidad de elegir su propio sistema operativo, evitar las dificultades que provocan los "vecinos ruidosos" en la infraestructura compartida y ajustar el hardware y el software en función de las cargas de trabajo específicas con gran cantidad de datos.
Junto con las máquinas virtuales, las redes y el almacenamiento, los servidores bare metal son un componente fundamental de la pila de infraestructura como servicio (IaaS) en cloud computing.
Las ventajas principales de los servidores bare metal se basan en el acceso que tienen los usuarios finales a los recursos de hardware. Entre las ventajas de este enfoque se incluyen las siguientes:
Los servidores bare metal desempeñan un papel importante en las diversas infraestructuras para muchas empresas gracias a su combinación exclusiva de rendimiento y control.
Los términos "servidor bare metal" y "servidor dedicado"' a veces se usan indistintamente; de hecho, los servidores bare metal son servicios dedicados. Sin embargo, aunque son similares, no son sinónimos. La diferencia no radica tanto en los servidores en sí como en el modo en que los entrega el proveedor de servicio.
Los servidores dedicados siempre se han asociado a largos tiempos de suministro, incrementos de facturación de meses o años y, con frecuencia, hardware de gama baja, o incluso anticuado.
El concepto de servidores bare metal surgió como respuesta a ciertas asociaciones negativas del alojamiento y los servidores dedicados. Los proveedores que se especializan en servidores bare metal ofrecen hardware dedicado con un modelo muy cercano a un servicio de nube, con tiempos de suministro de minutos u horas, y hardware que va desde componentes económicos hasta componentes de primera línea, que incluyen unidades de procesamiento de gráficos (GPU). Los servidores dedicados quedan como una alternativa más económica para los usuarios que no requieren estos atributos.
Hoy en día, las opciones de cálculo disponibles para los servicios de nube van más allá de los servidores bare metal y de nube. Los contenedores se están convirtiendo en la opción de infraestructura predeterminada para muchas aplicaciones nativas en nube. PaaS (plataforma como servicio) tiene un nicho importante en el mercado de las aplicaciones para los desarrolladores que no quieren gestionar un entorno de ejecución o sistema operativo. Y la informática sin servidor está emergiendo como el modelo predilecto para los puristas de la nube.
Aun así, al evaluar los servidores dedicados o bare metal, la mayoría de los usuarios sigue tendiendo a compararlos con los servidores virtuales y, en el caso de la mayoría de las empresas, los criterios de elección dependen de las aplicaciones o cargas de trabajo específicas. Es extremadamente habitual que una compañía utilice una mezcla de recursos dedicados/bare metal y virtualizados en su entorno de nube.
Los servidores virtuales son el modelo más común de cloud computing, ya que ofrecen una mayor densidad de recursos, tiempos de suministro más rápidos y la capacidad de aumentar o reducir recursos rápidamente según las necesidades. Sin embargo, los servidores dedicados o bare metal son la opción más adecuada para ciertos casos de uso destacados en los que resulta útil la combinación de atributos centrados en recursos dedicados, una mayor potencia de procesamiento y un rendimiento de E/S de red y disco más coherente:
Servidores bare metal 100 % dedicados, de un solo arrendatario, disponibles en infraestructura clásica o de nube privada virtual (VPC).
Cloud computing transforma la infraestructura de TI en un programa de utilidad, lo que le permite "conectarse" a las aplicaciones y recursos informáticos a través de Internet, sin tener que instalarlos ni mantenerlos en local.
Una máquina virtual es una representación virtual o emulación de un sistema físico. La virtualización permite crear varias máquinas virtuales en un único sistema físico.
IaaS es un servicio de cloud computing que ofrece recursos básicos de cálculo, red y almacenamiento a demanda, a través de Internet, en forma de pago por uso.