Cero neto significa el punto en el que las emisiones netas globales de gases de efecto invernadero (GEI) causadas por el hombre, incluidos el dióxido de carbono y el metano, se han reducido lo más cerca posible de cero y cualquier emisión residual se ha eliminado permanentemente de la atmósfera.
Equilibrar la ecuación para lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero será extremadamente desafiante, ya que requerirá eliminar todas las emisiones residuales, en particular aquellas en sectores difíciles de reducir como la agricultura y la producción de acero, cemento y productos químicos. Hay algunas conjeturas sobre la validez de ciertas técnicas de eliminación de carbono, pero sin importar lo anterior, las cantidades eliminadas para equilibrar lo que se emite deben ser permanentes. Ser permanentes significa que no debe, regresar a la atmósfera con el transcurso del tiempo, como a través de la destrucción de bosques o la captura y almacenamiento inadecuados de carbono.
El concepto de cero neto de emisiones de GEI se popularizó por primera vez gracias al Acuerdo de París (enlace externo a ibm.com), un acuerdo emblemático negociado en la Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP21) en 2015 para limitar el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El objetivo del Acuerdo de París es que el mundo alcance el cero neto de emisiones de GEI en la segunda mitad de este siglo.