La inteligencia artificial (IA) hace referencia a los campos convergentes de la informática y la ciencia de datos centrados en construir máquinas con inteligencia humana para realizar tareas que anteriormente han requerido un ser humano para completarse. Por ejemplo, el aprendizaje, el razonamiento, la resolución de problemas, la percepción y la comprensión del lenguaje, entre otras. En lugar de depender de las instrucciones explícitas de un programador, los sistemas de IA pueden aprender de los datos, lo que les permite manejar problemas complejos (así como tareas simples pero repetitivas) y mejorar con el tiempo.
La tecnología de IA actual abarca diversos casos de uso en varias industrias; las empresas emplean IA para minimizar el error humano, reducir los altos costos de las operaciones, proporcionar insights de datos en tiempo real y mejorar la experiencia del cliente, entre muchas otras aplicaciones. Como tal, representa un cambio significativo en la forma en que abordamos la informática, creando sistemas que pueden mejorar los flujos de trabajo, así como aspectos de la vida cotidiana.
Pero incluso con los innumerables beneficios de la IA, también tiene desventajas que son dignas de atención en comparación con los métodos de programación tradicionales. El desarrollo y el despliegue de la IA pueden conllevar problemas de privacidad de datos, reducción de puestos de trabajo y riesgos de ciberseguridad, por no mencionar la monumental tarea técnica que supone garantizar que los sistemas de IA se comporten según lo previsto.
En este artículo, analizaremos cómo funciona la tecnología de IA y presentaremos los ventajas y desventajas de la inteligencia artificial en comparación con los métodos informáticos tradicionales.
La IA opera sobre tres componentes fundamentales: datos, algoritmos y potencia informática.
Los sistemas de IA también tienden a encajar en dos categorías amplias:
A diferencia de la programación de IA, la programación tradicional requiere que el programador escriba instrucciones explícitas para que la computadora las siga en todos los escenarios posibles; luego, la computadora ejecuta las instrucciones para resolver un problema o realizar una tarea. Es un enfoque determinista, similar a una receta, donde la computadora ejecuta instrucciones paso a paso para lograr el resultado deseado.
El enfoque tradicional es adecuado para problemas claramente definidos con un número limitado de resultados posibles, pero a menudo es imposible escribir reglas todos y cada uno de los escenarios cuando las tareas son complejas o exigen una percepción similar a la humana (como en el reconocimiento de imágenes, el procesamiento de lenguaje natural, etcétera). Aquí es donde la programación de IA ofrece un claro beneficio sobre los métodos de programación basados en reglas.
El potencial real de la IA es inmenso. Las aplicaciones de la IA incluyen el diagnóstico de enfermedades, la personalización de fuentes de datos de las redes sociales, la ejecución de análisis de datos sofisticados para los modelos meteorológicos y la alimentación de datos de los chatbots que manejan nuestras solicitudes de atención al cliente. Los robots impulsados por IA pueden incluso ensamblar automóviles y minimizar la propagación de los incendios forestales.
Como ocurre con cualquier tecnología, la IA presenta ventajas y desventajas en comparación con las tecnologías de programación tradicionales. Aparte de las diferencias fundamentales en su funcionamiento, la IA y la programación tradicional también difieren significativamente en términos de control del programador, manejo de datos, escalabilidad y disponibilidad.
Las tecnologías de IA pueden funcionar las 24 horas del día, los 7 días de la semana sin intervención humana, de modo que las operaciones comerciales se pueden seguir realizando de forma continua. Otra de las ventajas de la inteligencia artificial es que los sistemas de IA pueden automatizar trabajos aburridos o repetitivos (como la introducción de datos), liberando ancho de banda de los empleados para tareas laborales de mayor valor y reduciendo los costos de nómina de la empresa. No obstante, cabe mencionar que la automatización puede derivar en una gran pérdida de empleos. Por ejemplo, algunas empresas ahora utilizan asistentes digitales para clasificar los reportes de los empleados, en lugar de delegar esas tareas al departamento de recursos humanos. Las organizaciones tendrán que encontrar la manera de incorporar a su fuerza laboral actual en nuevos flujos de trabajo habilitados por la productividad derivada de la integración de la IA a las operaciones.
Según las previsiones de Omdia, el mercado mundial de la inteligencia artificial alcanzará los 200 000 millones de dólares en 2028¹. Eso significa que las empresas deberían esperar que aumente la dependencia en las tecnologías de IA, a medida que aumenta la complejidad de los sistemas de TI empresariales. Pero con la plataforma de datos e IA IBM watsonx, las organizaciones tienen una poderosa herramienta en su kit de herramientas para escalar la IA.
IBM watsonx habilita a los equipos para que gestionen orígenes de datos, aceleren los flujos de trabajo de IA responsable, e implementen e integren fácilmente la IA en toda la empresa, todo en un solo lugar. watsonx ofrece una gama de funciones avanzadas, que incluyen administración integral de cargas de trabajo y monitoreo de datos en tiempo real, diseñadas para ayudarle a escalar y acelerar las infraestructuras de TI impulsadas por IA con datos confiables en toda la organización.
Si bien el uso de la IA no está exento de complicaciones, representa una oportunidad para que las empresas sigan el ritmo de un mundo cada vez más complejo y dinámico al enfrentarlo con tecnologías sofisticadas que puedan manejar esa complejidad.