Algunas personas pueden confundir los términos, las reglas empresariales y los requisitos empresariales, pero en realidad son muy distintos y diferentes. Como resultado, vale la pena señalar cómo se utilizan dentro de los entornos comerciales.
Las reglas empresariales proporcionan la base para los sistemas de automatización al tomar información documentada o no documentada y traducirla en varias declaraciones condicionales. Por ejemplo, al realizar una orden de compra, puede haber un proceso de aprobación diferente según el coste. Es posible que las herramientas y servicios que cuestan menos de cinco mil dólares solo necesiten la aprobación del gestor, pero a medida que los costos aumentan, pueden requerir la aprobación de la alta dirección. Las reglas empresariales formalizan este proceso estableciendo umbrales por debajo de los cuales las facturas se envían a la alta dirección frente a los responsables de primera línea. Las declaraciones condicionales, como estas, se aplican en varios procesos empresariales.
Los requisitos empresariales establecen los criterios de éxito de un proyecto determinado. Al especificar las tareas y los recursos necesarios para completar el proyecto, los equipos pueden ver con más claridad las lagunas y los obstáculos para alcanzar su objetivo. Este ejercicio suele completarse al inicio de un proyecto empresarial para establecer las expectativas entre las partes interesadas y abordar cualquier necesidad adicional para la finalización del proyecto.