Infraestructura para la computación en la nube
Un servidor de la nube es una potente infraestructura física o virtual que lleva a cabo el almacenamiento de procesamiento de aplicaciones e información. Los servidores en la nube se crean utilizando software de virtualización para dividir un servidor físico (bare metal) en varios servidores virtuales. Las organizaciones utilizan un modelo de infraestructura como servicio (IaaS) para procesar cargas de trabajo y almacenar información. Pueden utilizar una interfaz online para acceder de forma remota a las funciones del servidor virtual.
Principales características:
- La infraestructura de computación puede ser física (bare metal), virtual o una combinación de las dos, dependiendo del caso de uso.
- Tiene todas las capacidades de un servidor local.
- Habilita que los usuarios procesen cargas de trabajo intensivos y almacenen volúmenes de información extensos.
- Se utiliza una API para acceder bajo demanda a servicios automáticos.
- Da a los usuarios la opción de pagar mensualmente o por consumo.
- Los usuarios pueden optar por un plan de hosting compartido que se escala en función de las necesidades.
Por qué los servidores en la nube

Rentabilidad
Con los servidores en la nube las organizaciones sólo pagan por lo que necesitan, y reducen el gasto de mantener el hardware del servidor.

Escalabilidad
Los usuarios pueden escalar los recursos de informática y almacenamiento para satisfacer las necesidades cambiantes. Esto es particularmente útil para las organizaciones que tienen necesidades que cambian.

Integración
Los servidores en la nube de una organización se ponen en red para asegurar que la comunicación no se interrumpa y para la rápida implementación. Un “panel sencillo” permite el control completo.
Consideraciones para los servidores en la nube
Servidores virtuales versus servidores físicos
Los servidores físicos (bare metal) son mejores para cargas de trabajo intensivas en datos. Los servidores virtuales son mejores para cargas de trabajo altamente variables.
Virtualización
Los servidores en la nube pueden ser físicos o virtuales. Las opciones de software de virtualización incluyen VMware, Parallels e Hyper-V.
Personalización
Los servidores físicos tienen numerosas opciones de personalización, como más potencia de procesamiento, RAM adicional y energía de reserva.
Seguridad
Las opciones de seguridad para los servidores en la nube incluyen firewalls, software anti-virus, supervisión y protección contra la intrusión en el host.
Una perspectiva de IBM: Elección de un servidor de nube

Kevin Hazard
IBM Cloud Platform - Líder de Marketing de Infraestructura
Twitter: @khazard
Coste frente a tecnología frente a proveedor
He observado o he tomado parte en decisiones de compra de algunos miles de clientes de servidores, desde propietarios de pequeños negocios que están poniendo online su sitio web por primera vez, a plataformas establecidas que tienen cientos de millones de visitas todos los días. Mientras que cada uno de esos compradores tenían diferentes requisitos y prioridades para el servidor en la nube, en todas las decisiones existían unos pocos factores clave:

¿Cuánto costará? ¿Qué tecnología/configuración es la mejor? ¿Cuál es el proveedor más fiable?
Todos los administradores de sitios web tienen que responder a esas tres preguntas. Aunque parecen bastante sencillas, tienden a solaparse, y la decisión de compra empieza a complicarse un poco más:

La suposición natural es que todo mundo elegirá un servidor en la nube que cae dentro del "punto ideal" en el que se solapan los tres círculos, pero las decisiones sobre el servidor no se hacen en el vacío. Hay decisiones de hosting totalmente válidas que se posicionan en cada punto de ese gráfico.
Vamos a dividir el gráfico en unas pocas zonas distintas, para ver por qué un usuario podría elegir un servidor de cada área:

Zona 1: El presupuesto tiene prioridad sobre todo lo demás.
Zona 2: Administradores de TI en grandes empresas que tienen servidores en las instalaciones o clientes leales que no desean cambiar de proveedor.
Zona 3: Compradores que necesitan la infraestructura más rápida, más potente y más escalable en el mercado.
Zona 4: Clientes que son leales a un proveedor, siempre que la lealtad no les haga salir de su presupuesto.
Zona 5: Usuarios que aman tener la tecnología más reciente y valoran tener la capacidad para gestionarla por medio de un proveedor.
Zona 6: Se elegirá el entorno de la nube que proporcione el mejor rendimiento para su presupuesto, independientemente del proveedor.
Zona 7: Compradores que valoran las tres de sus prioridades por igual y pueden elegir un entorno que satisfaga todas sus necesidades.
Hay mucha transición entre la decisión inicial de la compra y una decisión de seguimiento.

Independientemente de cómo se tome una decisión de compra inicial, cuando sea el momento del siguiente servidor de nube, hay un nuevo factor que tener en cuenta: probablemente querrá crecer en el mismo lugar.
El traspaso entre proveedores puede ser un sufrimiento, gestionar entornos entre varios proveedores es más difícil, y si los servidores tienen que trabajar conjuntamente, normalmente lo hacen por medio de la Internet pública, así que usted no obtiene el mejor rendimiento.
Si tuviese que elegir la zona que describa mejor su decisión de compra, ¿cuál sería?
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