Lanzado por von Ahn en 2007, reCAPTCHA v1 tenía un doble objetivo: hacer que el desafío CAPTCHA basado en texto fuera más difícil de descifrar para los bots y mejorar la precisión del OCR que se empleaba en ese momento para digitalizar textos impresos.
reCAPTCHA logró el primer objetivo al aumentar la distorsión del texto que se muestra al usuario y, finalmente, agregar líneas a través del texto.
Logró el segundo objetivo reemplazando una sola imagen de texto distorsionado generado aleatoriamente por dos imágenes de texto distorsionado de palabras escaneadas de textos reales por dos programas de OCR diferentes. La primera palabra, o palabra de control, era una palabra identificada correctamente por ambos programas de OCR. La segunda palabra fue una palabra que ambos programas de OCR no pudieron identificar. Si el usuario identificó correctamente la palabra de control, reCAPTCHA asumió que el usuario era humano y le permitió continuar con su tarea, y también asumió que el usuario identificó la segunda palabra correctamente y empleó la respuesta para verificar futuros resultados de OCR.
De esta manera, reCAPTCHA mejoró la seguridad antibot y mejoró la precisión de los textos digitalizados en el Internet Archive y el New York Times. Irónicamente, con el tiempo, también ayudó a mejorar la inteligencia artificial y de machine learning hasta el punto de que, para 2014, pudieron identificar los CAPTCHA de texto más distorsionados el 99.8 % de las veces.
En 2009, Google adquirió reCAPTCHA y comenzó a usarlo para digitalizar textos para Google Books mientras lo ofrecía como un servicio a otras organizaciones. Sin embargo, a medida que la tecnología OCR progresó con la ayuda de reCAPTCHA, también lo hicieron los programas de inteligencia artificial que podían resolver eficazmente los reCAPTCHA basados en texto. En respuesta, Google introdujo reCAPTCHA de reconocimiento de imágenes en 2012, que reemplazó el texto distorsionado con imágenes tomadas de Google Street View. Los usuarios demostraron su humanidad al identificar objetos del mundo real, como farolas y taxis. Además de eludir el OCR avanzado que ahora despliegan los bots, estos reCAPTCHA basados en imágenes se consideraron más convenientes para los usuarios de aplicaciones móviles.