El almacenamiento de archivos ha sido una técnica de almacenamiento muy popular durante décadas, resulta familiar para prácticamente todos los usuarios de sistemas y es muy adecuada para almacenar y organizar datos transaccionales o volúmenes de datos estructurados manejables que se pueden almacenar ordenadamente en una base de datos en una unidad de disco de un servidor.
No obstante, muchas organizaciones ahora tienen dificultades para administrar volúmenes crecientes de contenido digital basado en la web o datos no estructurados. Si necesita almacenar volúmenes de datos muy grandes o no estructurados, debe considerar el almacenamiento basado en bloques o basado en objetos que organiza y accede a los datos de manera diferente. Dependiendo de los distintos requisitos de velocidad y rendimiento de las operaciones de TI y las diversas aplicaciones, es posible que necesite una combinación de estos enfoques.
Almacenamiento en bloques
El almacenamiento en bloques ofrece una mayor eficiencia de almacenamiento (un uso más eficaz del hardware de almacenamiento disponible) y un rendimiento más rápido que el almacenamiento de archivos. El almacenamiento en bloques divide un archivo en fragmentos (o bloques) de datos del mismo tamaño y almacena cada bloque por separado con una dirección exclusiva.
En lugar de ajustarse a una estructura rígida de directorio/subdirectorio/carpeta, los bloques se pueden almacenar en cualquier lugar del sistema. Para acceder a cualquier archivo, el sistema operativo del servidor utiliza esa dirección exclusiva para volver a juntar los bloques en el archivo, lo que requiere menos tiempo que navegar a través de directorios y jerarquías de archivos para acceder a un archivo. El almacenamiento en bloques funciona bien para aplicaciones empresariales críticas, bases de datos transaccionales y máquinas virtuales que requieren una baja latencia (un retardo mínimo). También permite un acceso más granular a los datos y un rendimiento constante.
En el siguiente vídeo, Amy Blea analiza las diferencias entre el almacenamiento en bloque y el almacenamiento de archivos:
Almacenamiento de objetos
El almacenamiento basado en objetos se ha convertido en el método preferido para archivar datos y realizar copias de seguridad de las comunicaciones digitales actuales, es decir, contenido multimedia y web no estructurado como el correo electrónico, los vídeos, los archivos de imágenes, las páginas web y los datos de sensores generados por Internet de las cosas (IoT). También es ideal para archivar datos que no cambian con frecuencia (archivos estáticos) como, por ejemplo, grandes volúmenes de datos farmacéuticos o archivos de música, imágenes y vídeos.
Los objetos son unidades discretas de datos que se almacenan en un entorno de datos estructuralmente plano. De nuevo, no hay carpetas, directorios ni jerarquías complejas. En su lugar, cada objeto es un repositorio simple y autocontenido que incluye los datos, los metadatos (información descriptiva asociada con un objeto) y un número de identificación exclusivo. Esta información permite a una aplicación localizar y acceder al objeto.
Puede agregar dispositivos de almacenamiento de objetos en agrupaciones de almacenamiento más grandes y distribuir estas agrupaciones de almacenamiento entre ubicaciones. Esto otorga una escalabilidad ilimitada, una mayor resiliencia de datos y una recuperación tras desastre mejorada. Los objetos se pueden almacenar localmente, pero principalmente residen en servidores en el cloud, con accesibilidad desde cualquier lugar del mundo.