Las herramientas de gestión de datos comenzaron con bases de datos y evolucionaron hacia almacenes de datos y data lakes en la nube y en las instalaciones a medida que surgían problemas empresariales más complejos. Sin embargo, las empresas se ven constantemente limitadas por la ejecución de cargas de trabajo en almacenes de datos y data lakes ineficientes en cuanto a rendimiento y costes, así como por su capacidad para ejecutar análisis y casos de uso de IA.
La llegada de nuevas tecnologías de código abierto y el deseo de reducir la duplicación de datos y los complejos pipelines ETL están dando lugar a un nuevo método arquitectónico conocido como el lakehouse de datos, que ofrece la flexibilidad de un data lake con el rendimiento y la estructura de un almacén de datos, junto con metadatos compartidos y gobierno, controles de acceso y seguridad integrados.
Sin embargo, para acceder a todos estos datos que ahora están optimizados y gobernados localmente por el lakehouse en toda su organización, se requiere un data fabric para simplificar la gestión de datos y hacer cumplir el acceso globalmente. Un data fabric le ayuda a optimizar el potencial de sus datos, fomentar el intercambio de los mismos y acelerar las iniciativas de datos mediante la automatización de la integración, la incorporación del gobierno y la facilitación del autoconsumo de datos de una forma que los repositorios de almacenamiento no pueden.
El data fabric es la siguiente etapa en la evolución de estas herramientas. Gracias a esta arquitectura, puede seguir utilizando los distintos repositorios de almacenamiento de datos en los que ha invertido, al tiempo que simplifica la gestión de datos.