Como director de sistemas de información (CIO) de FCT, el principal proveedor canadiense de seguros de títulos y tecnología inmobiliaria, una industria con muchos datos (si los hay), se puede decir que Sam Ishak tiene un trabajo bastante complicado. Pero la mentalidad básica que sigue al hacerlo es sorprendentemente sencilla. "Si solo aspiras a ser 'lo suficientemente bueno', no vas a poder sobrevivir en este negocio", afirma. "Si como empresa queremos seguir siendo relevantes para nuestros clientes, tenemos que esforzarnos siempre por anticiparnos a lo que necesitan. Y eso significa reimaginar continuamente la experiencia del cliente".
Dentro del amplio panorama inmobiliario, el seguro de título de propiedad es uno de esos servicios en segundo plano que pueden tener una enorme repercusión en la ejecución fluida y puntual de las transacciones. En el transcurso de la compra de una vivienda, el refinanciamiento de una hipoteca u otras transacciones inmobiliarias, los "defectos" en el título de propiedad (ya sean errores, omisiones o fraudes) pueden paralizar todo el proceso o incluso causar pérdidas económicas a los propietarios y a los prestamistas. El seguro de título existe para evitar y prevenir estos problemas potencialmente debilitantes.
Para las entidades que compran seguros de títulos, los principales factores que definen la experiencia del usuario son la sencillez, la rapidez y, quizá sobre todo, la transparencia. Ya se trate de establecer un nuevo acuerdo de seguro, realizar búsquedas de títulos o resolver un problema de títulos, los clientes quieren saber en qué punto del proceso se encuentra su transacción, y quieren la resolución más rápida posible.
Como señala Ishak, el mayor reto de FCT para cumplir estas expectativas era la complejidad de su arquitectura de aplicaciones, la gran mayoría de las cuales se desarrollaron internamente a lo largo de unas dos décadas. "El hecho de que tuviéramos muchos sistemas diferentes integrados internamente dificultaba la creación de una experiencia fluida y simplificada para cada uno de nuestros clientes, así como su modificación cuando fuera necesario", explica. "Cumplir con eso requería un grado de flexibilidad que no teníamos".
El enorme alcance de las operaciones de FCT, añade Steve Winders, director de operaciones y transformación de Residential Lending Solutions, subrayó aún más la necesidad de flexibilidad. "Como proveedor nacional, con una base de clientes diversa, nos dimos cuenta de que, aunque estábamos satisfaciendo las necesidades de nuestros clientes, teníamos la oportunidad de simplificar nuestro ecosistema tecnológico y nuestro modelo operativo para poder responder mejor a las necesidades cambiantes de los clientes y del mercado".
FCT reconoció que para ofrecer la flexibilidad, rapidez y transparencia que los clientes esperaban era necesaria una transformación fundamental del flujo de procesos subyacente. Su visión se basaba en dos objetivos fundamentales. El primero era normalizar y automatizar el flujo de procesos en la medida de lo posible. El segundo era crear un motor de reglas empresariales que simplificara enormemente la adaptación de los flujos de procesos a los requisitos específicos de cada cliente. "Con estas dos piezas complementarias en su sitio, tendríamos los medios para ofrecer un nuevo valor a nuestros clientes".