La migración de aplicaciones es el proceso de mover una aplicación de software de un entorno informático a otro. Por ejemplo, puede migrar una aplicación de un centro de datos a otro, de un servidor local al entorno de un proveedor de nube, o de la nube pública a un entorno de nube privada.
Debido a que las aplicaciones generalmente se crean para ejecutarse en sistemas operativos particulares en arquitecturas de red específicas o se desarrollan para una plataforma única en la nube, mover una aplicación a un nuevo entorno puede plantear varios desafíos. Por lo general, es más fácil migrar aplicaciones desde arquitecturas virtualizadas o basadas en servicios que migrar aquellas que se ejecutan en hardware bare metal.
Determinar una estrategia general de migración de aplicaciones implica considerar las dependencias y los requisitos técnicos de cada aplicación, así como las limitaciones de seguridad, cumplimiento y costos de su empresa.
Las diversas aplicaciones pueden tomar distintos caminos a la nube, incluso dentro del mismo entorno tecnológico. Desde los primeros días de la computación en la nube, los desarrolladores se han referido a estos patrones de migración de aplicaciones con nombres que comienzan con "R."
Para desarrollar la estrategia de migración de aplicaciones que mejor se adapte al entorno de TI y a las necesidades comerciales propias de su empresa, deberá comprender exactamente qué hay en su cartera de aplicaciones, las características específicas de sus requisitos de seguridad y cumplimiento, los recursos en la nube que consume actualmente y cómo son sus infraestructuras de red, computación y almacenamiento en las instalaciones.
Para que una migración a la nube tenga éxito, también deberá tener claros los impulsores comerciales clave que lo motivan y alinear su estrategia con ellos. Deberá ser consciente de por qué está migrando a la nube y qué espera lograr con la transición.
En el siguiente video, Andrea Crawford analiza más detenidamente la migración a la nube:
Es probable que las partes interesadas teman que la migración de aplicaciones cause interrupciones en el negocio o genere costos imprevistos. Los riesgos más comunes incluyen los siguientes:
Llevar a cabo una evaluación cuidadosa y detallada de los riesgos y beneficios asociados al rehosting, la rearquitectura/cambio de plataforma, o la retirada de cada aplicación de su cartera, puede ayudar a mitigar los riesgos generales vinculados a la migración de aplicaciones. En particular, es importante comparar los costos de los distintos departamentos con el costo total para la empresa y evaluar el costo total de propiedad (TCO) de cualquier hardware que deba costear para mantener las aplicaciones en las instalaciones.
En años anteriores, muchas veces las empresas procuraban trasladar aplicaciones a la nube porque querían la flexibilidad, la escalabilidad o la estructura de costos predecible de pago por uso que ofrecen los proveedores de la nube. Hoy, sin embargo, también buscan entornos que permitan la innovación. Ya sea que eso signifique el acceso a los procesadores de alto rendimiento necesarios para impulsar algoritmos de aprendizaje profundo o aplicaciones en contenedores que permitan a los equipos de desarrollo mejorar las experiencias digitales de los clientes rápidamente al implementar cambios a gran velocidad, las tecnologías en la nube hacen posible que las empresas experimenten y prueben nuevas ideas, y "fallen más rápido". En muchos casos, las tecnologías compatibles con la nube, como la contenerización, permiten ofrecer a los usuarios finales mejores experiencias que las máquinas virtuales a las que reemplazan.
En términos generales, el proceso de planificación de la migración de aplicaciones se puede dividir en tres etapas. En cada una de ellas, es fundamental sopesar los costos de todas las posibles opciones, incluida la elección de retener algunas cargas de trabajo locales.
En esta fase de descubrimiento inicial, debe comenzar asegurándose de tener un catálogo completo de todas las aplicaciones en su cartera. Luego, categorizará las aplicaciones en función de si tienen una importancia crítica o no para el negocio, si su valor es estratégico o no, y lo que arriesga al migrar cada una de ellas a la nube. Debe tratar de comprender el valor de cada aplicación en relación con estas características:
Luego, deberá realizar una evaluación de afinidad con la nube para cada aplicación que considere migrar. Durante este proceso, puede determinar qué aplicaciones están listas para funcionar tal como están y cuáles necesitarían cambios significativos antes de estar listas para la nube.
También puede emplear herramientas de detección de dependencias de aplicaciones para ayudarlo a determinar la viabilidad de migrar una carga de trabajo en particular fuera de su entorno actual.
Determinar el costo total de un proyecto de migración a la nube puede ser una tarea compleja. Deberá comparar escenarios hipotéticos: mantener las aplicaciones y la infraestructura en las instalaciones o trasladarlas a la nube. Esto significa que tendrá que calcular los costos de compra, operación y mantenimiento del hardware que mantendría en las instalaciones en cualquier escenario y los costos de licencia del software.
Deberá comparar la factura mensual que obtendría de su proveedor de nube en cualquier escenario y los costos de la migración en sí, incluidos los costos de probar la nueva infraestructura y capacitar a los empleados para usar el software actualizado. No olvide considerar los costos de mantenimiento de las aplicaciones heredadas que permanecen en las instalaciones.
En la fase final de la planificación de la migración, establecerá un cronograma para el proyecto e identificará los riesgos u obstáculos que muy probablemente encuentre.
En términos generales, cuanto más antigua es la aplicación, más complicado (y en consecuencia, potencialmente menos valioso) es migrar a la nube. El software obsoleto es problemático de muchas maneras: es caro de mantener, puede generar problemas de seguridad si ya no se repara y tiende a funcionar mal en los entornos informáticos modernos. Sea especialmente minucioso con su evaluación de las aplicaciones heredadas antes de decidir migrarlas.
Al evaluar la viabilidad y prioridad de cada aplicación como candidata a la migración, deberá considerar las siguientes preguntas.
Para asegurarse de que no se pierdan datos o funcionalidades durante el proceso de migración de la aplicación, debe realizar pruebas durante la migración para verificar que todos los datos estén presentes, que se haya mantenido la integridad de los datos y que los datos estén ahora en la ubicación de almacenamiento correcta.
También es fundamental realizar pruebas de seguimiento después de que se complete la migración, comparar el rendimiento de la aplicación y garantizar que los controles de seguridad se mantengan.
La virtualización es un componente fundamental en muchas estrategias de migración a la nube porque las máquinas virtuales se pueden ejecutar fácilmente en nuevos entornos de hardware físico. Incluso es posible mover una aplicación en vivo, que se está ejecutando en una máquina virtual, entre máquinas host físicas sin interrumpir la experiencia del usuario final. La flexibilidad y versatilidad de los entornos informáticos virtualizados simplifica drásticamente el proceso de migración de aplicaciones.
Para obtener más información sobre el papel que puede desempeñar la virtualización en las estrategias modernas de computación en la nube, vea el siguiente video:
Varias soluciones de replicación y migración disponibles actualmente permiten a sus clientes migrar máquinas virtuales entre servidores bare metal, servidores virtuales en la nube e incluso hipervisores.
Hay muchos servicios disponibles para ayudar a su empresa a diseñar estrategias, planificar y ejecutar una migración exitosa a la nube.
En un paquete de servicios integrales del plan de migración, su proveedor lo ayudará a aclarar su estrategia y objetivos de migración, recopilando información sobre sus aplicaciones y entorno, identificando las necesidades de sus usuarios y los requisitos de su negocio, y elaborando un plan de acción detallado para su migración.
Si elige una opción de implementación gestionada, su proveedor no solo lo ayudará a diseñar una estrategia y planificar su migración, sino que también gestionará la migración en sí y cualquier prueba y solución de problemas asociados. Por lo general, se trata de una oferta de servicio preconfigurada que incluye soporte a gran escala de extremo a extremo.
Una solución de servicios en la nube gestionada normalmente incluye la supervisión y el mantenimiento de su entorno de TI basado en la nube. Su proveedor de servicios de nube gestionados asumirá la responsabilidad de múltiples funciones, que van desde la administración de la seguridad de la nube hasta la adquisición de soluciones como servicio de proveedores en su nombre. La migración de aplicaciones puede incluirse dentro de una solución de servicios en paquete o agregarse a la carta.
Los servicios de modernización de aplicaciones incluyen ofertas de desarrollo personalizado que pueden preparar aplicaciones heredadas para su uso en la nube, modificándolas para que se ejecuten en contenedores o entornos virtualizados.
La migración de aplicaciones puede ser el comienzo de nuevas posibilidades de innovación, que incluyen la modernización de aplicaciones en el proceso de transición a la nube de una organización. Es por eso que IBM Cloud ofrece un conjunto completo de herramientas y servicios de migración a la nube para seguir avanzando.
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