La era de la colaboración inteligente

By 25/10/2016

Javier Guijarro, Director de soluciones de colaboración de IBM para España, Portugal, Grecia e Israel

El mundo y la cultura de las tecnologías de la información han estado cambiando de forma vertiginosa en los últimos años y las tecnologías móviles, sociales, analíticas y de cloud han sido las principales impulsoras de la innovación y disrupción en la que estamos inmersos. Y ello también ha motivado un cambio importante en la forma en que trabajamos: según el informe de IDC FutureScape: Worldwide Social Business 2016 Predictions, en 2017 el 30% de las empresas utilizarán herramientas que ofrezcan tecnologías automatizadas para dar soporte a tareas concretas. Y dos de cada cinco empresas invertirán en iniciativas de optimización de herramientas para empleados.

Estas previsiones ponen de manifiesto el cambio que ya estamos experimentando en la forma en que trabajamos y la importancia cada vez mayor para las empresas de contar con soluciones eficaces para sus empleados.

Cada vez en mayor medida las herramientas de colaboración son más críticas para el éxito de los negocios, porque no solo mejoran la productividad de los trabajadores independientemente del dispositivo con el que trabajen, sino que satisfacen los cada vez mayores requerimientos de las empresas.

Se necesitan herramientas que hagan a las organizaciones más eficaces y competitivas – herramientas que empleen las capacidades cognitivas y analíticas para mejorar el trabajo en equipo y anticipar las necesidades de un ecosistema cada vez más amplio, aplicaciones que se adapten a las necesidades y la tecnología cambiantes.

Ahora que se habla tanto de Transformación Digital, podemos decir sin miedo a equivocarnos que esta transformación no es completa si las empresas no tienen en cuenta este tipo de herramientas colaborativas.

Cualquier empleado es ahora un trabajador informado y, sobre todo, conectado, gracias a la tecnologías de colaboración, móviles, cloud y sociales. El problema es que podemos llegar a estar demasiado conectados: muchos mails, muchas peticiones de reuniones, mucha información en la que bucear para encontrar lo que necesitas… Muchas herramientas son parte del problema, porque fueron diseñadas para conectar a personas conocidas, pero no están preparadas para manejar la explosión de las redes, la información y los datos.

Es necesario conectar de forma inteligente a la gente, y eso se consigue con sistemas cognitivos que permiten filtrar el «ruido» facilitando la colaboración con las personas idóneas en el momento preciso. Y lo que es más, deben proporcionar integración entre mensajes, contenidos, compartición de archivos, calendarios, comunidades y otras apps y prácticas que hagan que los flujos de trabajo sean coherentes, eficaces y continuos.

Estas plataformas de colaboración nos ayudan a hacer nuestro trabajo priorizando información de forma que sepamos cuáles son las tareas más importantes. Una plataforma con tecnología analítica y cognitiva, bien diseñada, no solo aportará flexibilidad, sino que también podrá ir aprendiendo de nuestras acciones e interacciones ayudándonos a disponer de la mejor información para tomar las decisiones más acertadas. Y no estamos hablando de soluciones que vendrán en el futuro: estas herramientas están ya a nuestro alcance y están ayudando a las empresas a obtener resultados de negocio reales.

La tecnología está avanzando hoy mucho más rápido que en otro tiempo de la historia de la humanidad. Entre el cada vez más creciente mercado de nuevas tecnologías, una capacidad, la tecnología cognitiva, es revolucionaria para muchas industrias y, de hecho, para la sociedad en general.

Este artículo ha sido publicado el 21 de agosto de 2016 en Expansión

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