El sistema de nombres de dominio (DNS) es lo que hace posible que los usuarios se conecten a sitios web utilizando nombres de dominio de Internet y URL de búsqueda en lugar de direcciones de protocolo de Internet numéricas. En lugar de tener que recordar una dirección IP como 93.184.216.34, los usuarios pueden buscar www.ejemplo.com.
La tecnología detrás del DNS se puede comparar con la forma en que se administran los contactos telefónicos en los teléfonos inteligentes. En lugar de tener que recordar números de teléfono individuales, los usuarios pueden almacenar y localizar números fácilmente almacenándolos en sus listas de contactos, que se pueden buscar fácilmente por nombre y apellido.
La tecnología de traducción detrás del DNS también ha definido completamente cómo las empresas utilizan Internet, especialmente cuando crean su identidad de marca y se presentan a sus clientes. Sin el uso de un sistema de nombres de dominio, los clientes podrían perder rápidamente la pista de los sitios web que estaban buscando. Y aunque las direcciones IP pueden cambiar de vez en cuando, los nombres de dominio son fáciles de recordar y se mantienen consistentes.
Es importante diferenciar entre el uso de un DNS público y uno privado.
En la mayoría de los casos, los usuarios dependerán del DNS público al convertir los nombres de host en direcciones IP. Aquí hay una descripción general de alto nivel de cómo funciona ese proceso:
El DNS se ha vuelto fundamental para la funcionalidad principal de Internet, ayudando a los usuarios a navegar fácilmente por un mar de direcciones IP a través de registros de recursos. Sin estos procesos esenciales, sería prácticamente imposible admitir todas las funciones que usamos a diario en línea y limitaría nuestras capacidades cuando se trata de configurar servicios de correo, redireccionamientos de sitios web o reconocer direcciones web IPv4 e IPv6 complejas. Pero lo que hace que las búsquedas de DNS sean tan sorprendentes es que, independientemente de lo complejo que sea el proceso, todas las consultas de búsqueda y redireccionamientos del servidor ocurren en solo milisegundos, sin afectar el lado del cliente.
Muchas organizaciones encuentran beneficioso tener sus propios servidores DNS. Hay varias ventajas de este enfoque, pero en última instancia, se trata de una mejor consistencia y control sobre sus propias propiedades web. Dado que es el administrador del servidor, puede configurar todos los parámetros para sus máquinas, incluidos los procesos de búsqueda, los protocolos de seguridad y las capacidades de rendimiento.
Al decidir qué tipo de servidor DNS utilizar, dos de las consideraciones más importantes son la escalabilidad y el rendimiento que proporciona el servidor. La velocidad con la que un servidor DNS responde a las consultas depende de una serie de variables, incluida la ubicación geográfica del usuario en relación con el servidor, las configuraciones de equilibrio de carga y el filtrado de consultas.
Otra opción que tienen los usuarios es confiar en una solución DDI, una plataforma centralizada que integra y gestiona todos los servicios de DNS, DHCP e IPAM. DDI brinda a las empresas la capacidad de simplificar y automatizar la gestión de volúmenes crecientes de direcciones IP al mismo tiempo que suministran e integran adecuadamente otros sistemas de orquestación en la nube.
Si bien la mayoría de los servidores DNS modernos son bastante seguros, los sistemas más antiguos que se diseñaron hace muchos años pueden presentar sus propios desafíos de seguridad empresarial. Aquí están un par de riesgos comunes asociados con el uso de estos servidores DNS.
También conocido como ataque de redirección, el secuestro de DNS ocurre cuando las consultas de DNS se solucionan incorrectamente y redirigen a los usuarios a sitios web falsos y maliciosos. Esto se hace instalando malware en las computadoras de los usuarios que se apoderan de los enrutadores o secuestran las comunicaciones DNS a medida que ocurren.
El envenenamiento de la caché de DNS ocurre cuando un hacker obtiene el control de un servidor DNS y compromete las entradas de la dirección IP. Estas entradas falsas luego se difunden globalmente a los proveedores de servicios de Internet, donde se almacenan en caché y se utilizan en búsquedas públicas de DNS.
Una forma de combatir eficazmente estos riesgos es mediante el uso de DNSSec. DNSSec utiliza un sistema de nombres de dominio seguro y asigna firmas criptográficas a los registros DNS, lo que garantiza que los registros no se puedan alterar de su estado original. Similar a HTTPS, DNSSec agrega una capa adicional de seguridad para acceder a los registros DNS sin la necesidad de un cifrado pesado que ralentiza el proceso de consulta.
Independientemente del tipo de servicios DNS que elija utilizar, existen algunas prácticas recomendadas que puede seguir para evitar presentar una superficie de ataque y minimizar cualquier problema de seguridad potencial:
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